La Medicina Interna se basa en una atención integral a todas las enfermedades que tienen relación con los pacientes desde los 15 años de edad, tanto en forma ambulatoria, como con hospitalización, excluyendo las que necesiten atención quirúrgica, psiquiátrica o gineco-obstétrica. También incluyen controles en personas sanas dirigidas a la prevención y detección precoz de enfermedades y la promoción de la salud, inmunizaciones (vacunas) y chequeos de salud, entre otros.
El médico internista atiende de forma integral todas las patologías de los órganos internos, enfermedades infecciosas y enfermedades de naturaleza sistémica que afectan a varios órganos y sistemas al mismo tiempo.
Un médico internista es la persona encargada de atender a un paciente que no requiere una intervención quirúrgica. Es decir, tendríamos que acudir a él al menos una vez al año para realizar una revisión.
El especialista en medicina interna puede pasar consulta tanto en un centro hospitalario como en un centro de atención primaria.
Un médico internista reúne las funciones de varios especialistas; de esta manera, podemos evitar que un paciente solape varios tratamientos y estos sean perjudiciales para él.
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